Un poco acerca de nosotros
Nuestro Taller
En The Hospital Bike reparamos todo tipo de bicicletas, desde la más sencilla -de ciclista ocasional-, que necesita arreglos simples pero convenientes para un disfrute despreocupado de la actividad, hasta otras especializadas, cuyos usuarios, más exigentes, requieren servicios más profesionales, con ajustes y mantenimientos específicos.
Estamos al día en los últimos avances para que encuentres, en tu taller mecánico, la mejor mano de obra y el mejor consejo.
Para ello contamos con la formación más actualizada en mecánica de bicis, incorporando las nuevas tecnologías que salen en el mercado. Pero la formación no es todo. Nos apasiona lo que hacemos y vivimos los avances en el mundo del ciclismo con auténtica expectación.
En nuestro taller de bicicletas disponemos de prácticamente todos los repuestos necesarios para reparar tu bicicleta, y herramientas específicas para realizar un trabajo de forma rápida y efectiva, con el fin de que los costes sean contenidos y tengas tu bicicleta preparada en el menor tiempo posible.
Por supuesto todas nuestras reparaciones están garantizadas
Pregúntanos todas tus dudas. No encanta hablar de BICIS.
El Equipo
Al frente de The Hospital Bike se encuentra Alberto Santamaría, experimentado ciclista, tanto de bicicleta de montaña como de carretera, y mecánico especializado en toda la casuística de la actividad ciclista.
“Cuando subí por primera vez a una bici, con diez años, no sabía que las dos ruedas iban a modelar, tanto mi forma de ser, como de estar en la vida. Ascender y bajar montañas, viajar, participar en competiciones, transitar en solitario o en grupo, todo al golpe de pedaladas, han conformado algunas de mis mejores experiencias. Siempre fui el médico de mis bicis, y ahora he abierto este “hospital” para todos los que quieran, no solo poner en forma este impresionante medio de transporte y disfrute, sino compartir experiencias y conversaciones”.
“En mis inicios fue la soledad la que me inspiró, sobre todo cuando recorría los impresionantes espacios naturales que tenemos en este país. No era fácil encontrar una compañía que se adaptara al rendimiento que quería sacar a mi bicicleta y a mi propio cuerpo. Pero un día la fortuna -si es que existe- me llevó a las puertas del CLUB MADROÑO, y allí hallé lo que pensé no existía: un grupo de CICLISTAS, llenos de retos y compañerismo, que puso fin a mi "independencia". Quién me iba a decir a mí que aparte de grandes experiencias iba a encontrar amigos, de los buenos, de los que si tienen que suspender o modificar el plan previsto para ayudar en un incidente lo hacen.
Juntos recorremos rutas verdes, rojas o negras y vivimos intensamente, a bordo de una bici y respirando a pleno pulmón.
Gracias 'MADROÑOS' por formar tan buen equipo.”
— Alberto Santamaría